Publicamos la primera entrega de una columna que esperamos sea habitual en la revista. Media dosis de psicoanálisis y media dosis de humor para intentar entender que nos pasa a los argentinos.
“El hijo se hace cargo de las deudas del padre.”
Por el Lic. Carlitos Ford
Una semana de locos diría un psicoanalista. Se tiene la idea errónea de que la locura está contenida entre los muros de los manicomios, o en su defecto, se la escucha en los consultorios de los psicólogos. Nada menos poco cierto. La locura es la realidad. Las personas tienen la idea equivocada de que la realidad está regida por la normalidad. Bueno, esto no es así.
Todos están más o menos familiarizados con lo que se llama el “complejo de Edipo” ¿No es cierto? Si bien es un término psicoanalítico hoy lo usa hasta el kiosquero de la esquina. Y no está mal, debido a que, si en algún lugar del mundo material se encierra gran parte de la locura de este mundo es justamente en las noticias de los diarios. En el caso de que Freud estaría vivo se maravillaría de como su “complejo de Edipo” hoy en día no se lo usa solo para entender el desarrollo psicosexual de las personas sino que además determina gran parte de la realidad política del país llamado Argentina.
Tenemos un sujeto, llamémosle MM, que sospechamos que hizo toda su carrera política para llegar a ser presidente y una vez que llega ¿Qué hace?: Salda las deudas de su Padre. De manual psicoanalítico. Si este sujeto fuera mi paciente (al no poder insultar por una cuestión ética a un paciente) diría “Ajá”... Para luego en mi libreta anotar la sigla psicopatológica “QHDP”.
Es cierto que todos de alguna manera o de otra, inconscientemente, tenemos que vernos con la deuda de nuestro padre, e intentamos saldarla de alguna manera. Pero saldar una deuda de 70.000 millones…eso sí que es neurótico nivel Champions League.
Lo más interesante de este caso es que lo que se puede considerar una neurosis individual se transforma en una neurosis colectiva, ya que la deuda del padre del presidente la pagamos todos y todas.Algún genio comunicacional de esos que tiene el gobierno y transforma todo lo negativo a positivo dirá: “Es la deuda de un hijo con su padre, pero reforzamos la solidaridad del país haciéndonos cargo de la deuda como pueblo…juntos.”
Si todo esto no era demasiado neurótico, podemos observar cómo se despliega en toda su magnitud un conocido mecanismo de defensa: La Anulación. ¿En qué consiste? “'es la utilización de un pensamiento, una palabra o un acto con la intención de borrar (anular) otro que lo precedió y resulta inaceptable”. En este caso lo inaceptable corre por el lado de la sociedad, nadie en su sano juicio (si es que eso existe en una sociedad con un presidente tal) aceptaría pagar tamaña deuda. Es entonces que en este marco nuestro MM nos dice “Di la orden de que todo vuelva a foja cero”. Agarro mi libretita y anoto “QMHDP” (La M es de Maravilloso). Entonces tenemos un hermoso ejemplo de anulación.
Todos hemos fantaseado alguna vez con borrar algún acto o mal paso que hemos cometido. Desde el punto de vista psicoanalítico es algo habitual y nimio para la sociedad más allá de las consecuencias individuales que le ocasiona al sujeto dicho acto defensivo. Ahora bien, desde el punto de vista jurídico la cosa cambia, no he conocido casos en que un ladrón de bancos queda libre por devolver el botín, el acto del robo no se puede anular por más neurótico que sea el ladrón.
Se acabó el tiempo. Nos vemos en la próxima sesión. Buena Semana.
PD: No es cierto que el tiempo se acaba. Si es cierto, que para algunos, el tiempo se acaba. Si no me creen lean los diarios.
Sesión del 19-02-2017
Foto ilustrativa: EAMEO