Por Esteban Gamarra*
“Cuando la noche es más oscura se viene el día en tu corazón”
Nuestro rock fue un pequeño espejo del mundo de hoy donde siempre está el espejismo del diablo que se vende como “neutral”. La misa india, misa pagana, ritual dionisiaco de los que están cansados de la individualidad, el egoísmo, el sálvese quien pueda y ¿Por qué no? De la sobredosis de TV. El gueto de l@s pib@s, esas bombas pequeñitas perdiéndose en la muchedumbre para poderse encontrar funcionaba como siempre mientras sucedió lo que no tenía que pasar. Las babas del diablo siempre mojan al pez chico, nunca al pez grande.
Ya sabremos las biografías de las almas que murieron, sus vidas, sus familias, sus amigos, sus sueños. No faltan los mediocres de la Ciudad Baigon que se disfrazan de bravos muchachitos en las redes sociales, en un micrófono o en alguna tinta de algún medio hegemónico, aunque no son más que unos pajaritos. Lúmpenes del pensamiento oficial, mercenarios del diablo que reza y mea en todas partes queriéndonos pacientes y sumisos. El puritanismo de los pitucas de cartón haciendo de juez y parte no será capaz de borrar a los nuestros de nuestra alma. Que se coman el cerebro a mordiscos entre ellos, no juguemos en sus venenos siniestros y no olvidemos que nadie nos dijo que seremos esclavos del paraíso, estamos destinados a bailar en este rock yugular. Los lobos están sueltos pero los corderos ya no estamos atados.
Pongo Juguetes Perdidos, subo el volumen para salir de toda esta caca que me paspa y con los ojos ciegos bien abiertos pienso en estas dos almas que se fueron y en ellos veo a Mavi, a Walter y a las miles de sienes ardientes que hoy ven crecer las flores desde abajo. Entiendo que es tan triste esta vez que no podemos hablar y contra las cuerdas vamos a desafinar. Pero seguiremos con los puños en alto (este asunto está ahora y para siempre en nuestras manos) deseando, al final, hacer la revolución para robarle el gorro al diablo así.
*Profesor y miembro del programa radial de historia y política Pasado Presente