Un martes después de mi taller de teatro salí de la cárcel de San Martín.
Llovía como hoy. Lugar común si los hay, pero pareciera que el cielo llora a Micaela.
La calle Debenedetti es de tierra y se volvió un gran charco de lodo, quedé varada en el penal tratando de llegar a la parada de colectivo que está ahí nomas, entre el complejo penitenciario y el CEAMSE.
Vi algo raro, algo que nunca veo por ahí: una camioneta de Telefe. Habían encontrado el cuerpo de Melina en el basural.
El fin de la metáfora.
Las mujeres, si somos buenas mujeres, pertenecemos a la cocina hasta que alguien decide nuestra fecha de caducidad, como si fuésemos un yogur.
Use y tire.
Viole y tire.
Mate y tire.
Alguien nos asesina y nos ubica en el lugar al que realmente pertenecemos, al basural. Como la yerba lavada (cuando podemos darnos el lujo de no secarla al sol), como el envase de shampoo que se acabó, como la cáscara de naranja, como el tampón con sangre.
Sociedad patriarcal, machismo, misoginia, etc. Somos un producto. En góndolas, listas para el consumo.
Use y tire.
Si el producto es una mala mujer, con más razón. Si al producto le gustaban los boliches, si el producto dejó la escuela, si el producto abortó, si el producto milita en una agrupación política, si el producto usa polleras cortas, shortcitos, animal print, escotes, jeans ajustados, tiene una orientación sexual por fuera de la normativa o se resiste a ser objeto de consumo, el usuario puede hacer una queja en defensa del consumidor y el Partido Judicial se ocupará de poner a ese producto tras las rejas, porque ¿cómo va a matar a un consumidor de los 10 que la estaban violando?
Use y tire. Cuide el medioambiente, tire la basura en el contenedor.
No voy a hablar del dolor. Es demasiado y no sé usar tan bien las palabras.
No voy a hablar del hartazgo (si tengo que explicar una vez más que el piropo respetuoso no existe, dejo de escribir en este preciso instante y me voy a pintar paredes, quemar patrulleros y catedrales)
No voy a hacer preguntas de las que ya sé la respuesta
… desde chicas nos enseñan que el príncipe azul
… hay mujeres machistas
… la sociedad es patriarcal
… todo eso.
Solamente voy a decir
Que si somos basura.
¿Adivinen qué?
ESTAMOS APRENDIENDO A RECICLARNOS.
*Carolina Iannuzzi es actriz, da clases de teatro en cárceles y publicó Crónicas Tumberas que cuenta su experiencia como docente en el sistema penitenciario argentino entre otras cosas.