"Nadie es capaz de matarte en nuestras almas"
Micaela era alegría, militancia, compromiso, lucha, esperanza, energía. Micaela fue baile, música, justicia, debate, equidad. “Micaela quería cambiar el sistema, ella iba a darle la leche a los chicos al barrio pero era de las que querían transformar esa realidad, quería que esos chicos que estaban atrás de la fila puedan tener tres o cuatro posibilidades para elegir, que puedan acceder a lo mismo que otros”.
Su familia, sus amigos y amigas, sus compañeros y compañeras de militancia, su conjunto de baile, los allegados en sus rondas laborales, la gente del club, los y las vecinas del barrio, todo estuvieron ayer abrazados y abrazadas para despedirla. Una multitud se acercó al Centro de Educación Física (CEF) de nuestra ciudad para brindarle un sentido y emocionante homenaje. El adiós más triste de una partida inesperada que causa un hondo dolor en los corazones. Un alma pura víctima de otro femicidio que mancha de rojo el almanaque de nuestro país.
“Vamos negrita baila hasta el fin”
La música sonó desde temprano en los alrededores del CEF, cantamos y bailamos como ella lo hacía. Primero una ceremonia íntima entre familiares y luego la decisión fue hacer pública la despedida. Banderas, remeras, colores, bombos, llanto, sonrisas, abrazos, palabras claras que salían de lo más profundo de los cuerpos. Un verdadero homenaje a una joven que con apenas 21 años, como dijo su papá, trascendió todo tipo de límites. “Tengo un tremendo orgullo de ser el papá de Micaela y de acá en adelante voy a vivir para eso”, manifestó Néstor “Yuyo” García y agregó: “mi hija nos superó a nosotros, yo probablemente tengo las mismas ideas que ella pero nunca me metí a cambiar la realidad con la convicción que ella lo hizo. Nosotros compartíamos muchos sueños, por ahí diferíamos un poco en el camino, voy a luchar por eso, por el mundo que ella soñó y no lo voy a hacer sólo, lo van a hacer sus compañeros de militancia también y su mamá que nunca se involucró políticamente lo hará”
Las tribunas del lugar estaban llenas de banderas y carteles con mensajes hacia Micaela y el compromiso social que nos dejó. Justo ayer leí una frase que dice “quieren enterrarnos pero no saben que somos semillas de compromiso que fructifica”; no pudieron haberlo dicho mejor. Mica dejó un legado por delante en tantísimas jóvenes que gritaremos, como ella lo hubiera hecho, ante cada injusticia.
Después del mediodía un llamado que ratificó aun más la gran movilización en los corazones que generaba, generó y lo seguirá haciendo Micaela, llamó el Indio Solari. Habló con su papá y después con Andrea, su mamá quien le dijo: “mi hija fue a tu último recital y vino muy enojada porque no cantaste ‘Juguetes perdidos” ¿No podrás cantar aunque sea un rengloncito para ella?”. En ese momento el Indio cantó un fragmento de esa canción que tanto le gustaba. “Me enteré que Micaela era una chica muy solidaria y tenía virtudes que a todos nos gustaría tener” sentenció el cantautor.
Imposible apagar tanto fuego
Chicos y grandes, todos y todas se sumaros al adiós. Todo un barrio se movilizó para despedirla y es que la sabiduría popular y el sentimiento de pertenencia a una Nación, entendiendo que la patria es el otro, a partir de ese movimiento al que pertenecía Micaela, quedó plasmado en cada imagen que inmortalizamos para que sus sueños sigan intactos.
Hace aproximadamente 4 o 5 años, según me contaron sus compañeros y compañeras de la Juventud Peronista, se encontraron con una Micaela que al igual que ellos, fue parte del despertar juvenil que recuperó la ideología aletargada en pos de mayor justicia e igualdad removiendo las viejas luchas del pasado. “Ella luchaba para que ese nene o nena del barrio pudiera elegir, porque el tipo que está en el fondo de la fila no puede decidir. Y eso no es una simple militancia.
Ella se formaba y decía que no le iban a comprar las ideas con plata”, contó su papá y recordó el día en que Micaela fue a hablar con el intendente de nuestra ciudad, José Lauritto, por un proyecto comunitario. “A mí acá todos me conocen, me dicen el Yuyo. Parece que el intendente cuando la vio a Mica la reconoció y le dijo ‘Ah, vos sos la hija del Yuyo’. Mica vino embroncada a casa y me dijo: ‘Te prometo que algún día a vos te van a reconocer como el papá de Micaela”, destacó y agregó: “sé que a muchos de mis amigos no le gustaron los bombos, pero Micaela era eso. Esa era su vida. A otros no les habrá gustado la clase aeróbica, que por ahí es más para clase media, pero Micaela era todo. A ella la respetaban los que tienen plata, lo que no tiene nada, los que estudian, sus compañeros. Micaela trascendió todo”, resaltó.
Vivas Nos Queremos
Paradójicamente, desde el día de la movilización Nacional “Ni Una Menos” en el 2015, Mica se sumo al grito de las miles y miles de mujeres que luchamos contra el sistema patriarcal y la cultura machista. “No le tenemos miedo al macho que nos quiere poseer y enterrar” me dijo en una entrevista; ella como organizadora, semanas atrás en el mes de la mujer, de una Feria de Mujeres Emprendedoras que vendieron sus productos en el Predio Multieventos.
La Negra participó en varias mesas de trabajo contra la violencia machista y los femicidios y encarnada en la problemática que sufrimos diariamente las mujeres, pensaba todos sus proyectos con una perspectiva de género; bregando porque en este mundo quepan todos los mundos, porque el sistema tuerza el brazo y exista igualdad real entre hombres y mujeres, porque no nos maten, exigiendo que nos dejen vivir libres.
